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Más allá de los muros del castillo sale el sol y los pájaros cantan, pero el Palacio Dorado está cubierto por un velo de noche. Mi noche. Mi oscuridad. Mi poder.
Tras todo lo que he vivido desde que llegué a Feéra para encontrar a mi hermana, jamás pensé que la traición se enroscaría en mi corazón de esta forma. He caído en la peligrosa red de mentiras que yo misma tejí por culpa de lo que siento por Ronan y Finn, los dos príncipes en quienes no confío. Pero no me importan la profecía ni mi destino implacable. El poder que corre por mis venas es más fuerte que nunca y ahora no podrán detenerme.