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Sinopsis
La premisa de la que partía el sistema creado por la Constitución de 1978 era que el modelo autonómico serviría para satisfacer a los nacionalistas vascos y catalanes. Gracias a él, se produjo un largo proceso descentralizador mediante el cual las competencias del Gobierno central se transfirieron a las autonomías. El sistema facilitó así un notable aumento del autogobierno en Cataluña, el País Vasco y el resto de España. Si uno se ceñía al plano general, los hechos parecían elocuentes: la premisa se había cumplido.
Pero en algún momento de la historia reciente esto dejó de ser así. Y es posible que el instante definitivo fuera 2017, el año en el que el procés catalán desembocó en el referéndum ilegal, la declaración unilateral de independencia, la suspensión de la autonomía catalana mediante el artículo 155 y las detenciones y huidas de algunos de sus líderes. Fue, dice Jiménez Torres, «la crisis que cambió España». Porque no se trató solamente de un conflicto de las élites; aquel episodio fue vivido con intensidad por millones de españoles.
Armado de la capacidad documental propia de los historiadores para narrar los precedentes del procés, de la voluntad narrativa del periodismo para contar lo que sucedió durante éste y del talento analítico de sus mejores columnas para ver su proyección en el futuro, Jiménez Torres ha completado una de las mejores obras ensayísticas recientes.