Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
¿Queréis que os explique cómo conocí a Tenebrosa Tenebrax? Todo ocurrió una noche de Halloween, cuando me presentaron a una fascinante ratoncita que vive en un cementerio y conduce un coche fúnebre. Y me obligaron a participar en una fiesta de Halloween con un menú. ¡escalofriante! ¡En el libro encontrarás todos los trucos para organizar una fiesta de Halloween!
¿Quién es Geronimo Stilton? ¡Soy yo! Soy un tipo distraído, con la cabeza en las nubes... Dirijo un periódico, pero mi verdadera pasión es escribir. ¡Aquí en Ratonia, en la Isla de los Ratones, todos mis libros son unos bestsellers! Pero ¿cómo?, ¿no los conocéis? Son esas historias cómicas, tan tiernas como un queso de bola, tan gustosas como un gorgonzola y tan entretenidas como contarle los agujeros a una loncha de gruyer... En definitiva, historias morrocotudas, ¡palabra de Geronimo Stilton!