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Sinopsis
La falta de formación especializada de las personas que han optado por ser docentes de educación secundaria ha sido una de las carencias más flagrantes y sangrantes del sistema educativo español. El recién estrenado Máster en Formación del Profesorado en Educación Secundaria puede ser una oportunidad para cubrir este vacío, aunque su planteamiento actual carece de la ambición y los recursos necesarios para afrontar con garantías la formación de personas con conocimiento y actitudes para la compleja tarea que supone educar a jóvenes en «un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo» (David Berliner).
En este marco, este libro recoge una serie de historias en torno a una experiencia de formación inicial del profesorado, que en los pliegues y márgenes de las instituciones, ha tenido lugar desde el curso 1988-1989 hasta el 2004-2005 en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Es, por tanto, un libro sobre lo vivido, pero no para constituirse en deber ser, sino para compartir lo que ha sido un tejido de historias que nos ha formado y nos ha permitido crecer como educadores a todos (estudiantes, tutores y formadores) los que en ella hemos participado.
El contenido de este libro transita en un escenario en el que pensar sobre la formación de los docentes ya no es sólo una necesidad académica o un deber de las administraciones educativas, sino una urgencia social. Y lo es porque es necesario dar respuestas imaginativas en un momento histórico en el que la institución escolar sigue mirando a su pasado fundacional de hace ciento cincuenta años, mientras los docentes han de favorecer el deseo de aprender a unos sujetos que viven en un mundo contradictorio y cambiante.