Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Las hermanas Martha y Abby Brewster son dos adorables ancianas que viven en un viejo caserón victoriano con vistas al cementerio en Brooklyn. Con ellas vive también su sobrino Teddy, un lunático cuarentón que cree ser el presidente Roosevelt. Felices y resueltas, las Brewster se toman muy en serio su vocación de servicio a la comunidad: lo mismo le preparan una copiosa merienda a su vecino, el reverendo Harper, que recogen juguetes para que los agentes del barrio los repartan en Navidad. Lo mismo le llevan consomé a cualquier enfermo del vecindario que envenenan «por compasión» a todas las almas tristes y solitarias que se acercan a su casa en busca de hospitalidad. ¿El modus operandi? Una copita de vino casero de saúco mezclado con arsénico, estricnina y una pizca de cianuro. Once muertos llevan ya, según Martha (doce según Abby), enterrados en el sótano, cuando su otro sobrino Mortimer, crítico teatral recién prometido con Elaine, la hija del reverendo, descubre aterrorizado esa «pequeña rareza» de sus tías. Un gusto por la muerte y un amor por las autopsias que se remonta al primer antepasado Brewster, colono del Mayflower?
Arsénico por compasión es el clásico teatral que inspiró la famosa película de Frank Capra.