Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
El protagonismo de la mentira tanto en los fascismos del pasado
como en los populismos de derechas del presente, analizado con detalle y perspectiva histórica en tiempos de la posverdad.
Sinopsis
Al explicar por qué su antecesor mentía tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que «Trump miente como Goebbels». ¿Era adecuada la comparación? Breve historia de la mentira fascista demuestra que sí, pues, en efecto, hoy asistimos en todo el mundo a una notable y sostenida ola de nuevos líderes populistas de derechas que, como los líderes fascistas del pasado, derivan gran parte de su poder político de cuestionar la realidad, respaldar mitos, promover la ira y la paranoia y difundir mentiras. Federico Finchelstein explica por qué los fascistas consideraban que sus mentiras #«verdades simples» llenas de odio# eran ciertas y por qué, a lo largo del siglo XX, muchos seguidores de sus postulados, al verlas encarnadas en esos mismos líderes, las asumieron como verdad. Si, de Hitler a Mussolini, los líderes del fascismo capitalizaron la falsedad como base de su poder, esa historia continúa en el presente: ahora las noticias verdaderas se presentan como fake news y las noticias falsas se convierten en acciones de gobierno. La posverdad, tal como queda demostrado en el presente ensayo, tiene una larga historia entre los políticos y un linaje intelectual bien preciso. Compendio vital sobre el momento sombrío que atraviesa la política contemporánea, esta no es solo una lúcida historia intelectual del fascismo, sino un recordatorio urgente de la poderosa fuente de odio que subyace a nuestra era de negación de la realidad.