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Sinopsis
Nos dijeron que si parecíamos dulces y obedientes, trabajábamos duro, éramos honradas, coherentes con nuestros actos y nuestros principios, tendríamos una vida fácil y placentera. Y así lo hicimos. Caminamos cada mañana por la senda de migas de pan que nuestra conciencia nos iba dejando en el bosque de lo cotidiano. Pero con los años fuímos viendo que otras mujeres tomaban tajos y pisaban las reglas que tanto nos costaba mantener, y aun así sus vidas eran fáciles y placenteras. Asombradas, nos preguntamos (¿cómo no preguntrar?) qué les ocurriría por tal osadía a esas transgresoras. Unos nos dijeron que recibirían un castigo divino en la otras vida, otros que su karma se ensuciaría y esto sería tóxico para ellas, e incluso pusieron en duda esa felicidad que veíamos en sus rostros, afirmando que en la intimidad serían mujeres muy desdichadas. Algunas se conformaron con esas respuestas. Otras decidimos cruzar la raya y probar a sentirnos malas mujeres.