Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
¿Recuerdas tus pantalones de pata de elefante? ¿Fuiste a una boda con el pelo de la rubia de Los Angeles de Charlie? ¿Escuchas la letra de Un rayo de sol y aún se te mueve el pie?
Cuando éramos horteras es un divertido recorrido por una de las décadas más rompedoras e imitadas del siglo pasado. Poniendo hincapié en lo musical y en la cultura pop, el libro es una máquina del tiempo de la España que empezó a dejar el blanco y negro atrás para convertirse en un país -de luz y de color-.
Es todo eso y muchas más: infancias de niños en las calles jugando al pequeño saltamontes de Kung Fu, novios de discoteca y copas de San Francisco, bandoleros de patilla, pelo hasta en las encías y televisiones en blanco y negro con filtros de colores. Todo ello visto desde la narración de quien vivió la época con la intensidad de un adolescente que soñaba con hacer radio y parecerse a Joaquín Prat.