Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
En junio de 2012 España fue rescatada por nuestros socios europeos y el Fondo Monetario Internacional. Nos encontrábamos en uno de los momentos económicos más convulsos de los últimos cuarenta años y la situación fue adquiriendo tintes sombríos en los meses posteriores, en los que alcanzamos la cifra de 6 millones de desempleados y un 27% de tasa de paro.
Alarmado por la gravedad de la situación, en mayo de 2013 publiqué mi primer libro, Hay vida después de la crisis, con el propósito de contribuir al debate y explicar las causas de esta maldita crisis que tan grandes cicatrices ha dejado: ha elevado el paro de larga duración hasta el punto que, en muchos casos, se ha convertido en pobreza; ofrece trabajos precarios y escasos a nuestros jóvenes mientras la cesta de la compra y las facturas de bienes básicos, como la electricidad, se han disparado.
Vivimos un momento crítico en el que, de nuevo, veo con preocupación el futuro y discrepo del mensaje oficialista. Por esta razón, me parece necesario regresar a las propuestas que nos lleven a recuperar la dignidad de este país y de sus ciudadanos. No resulta sencillo sostener que hay vida después de la crisis, pero estoy seguro de que construir la España del bienestar es posible.
Recorramos juntos el camino de la indignación a la esperanza.