Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
El segundo libro de Àngela Mármol, que sigue comprometida en la lucha contra el acoso. La autora hablará del ciberbullying a partir de su propia experiencia en el último año, en un libro lleno de reflexiones personales.
Sinopsis
¿Cómo se puede pasar de estar en lo más alto de las redes sociales a caer en un abismo de hate? Después del éxito de Sonríe aunque te cueste, Àngela Mármol nos sorprende con su segundo libro, en el que nos muestra que, a pesar de lo que parece, el ciberacoso no es un juego ni una broma, sino que está a la orden del día.
Debido a una experiencia traumática a la que tuvo que hacer frente en 2020, la influencer ha vuelto a revivir una etapa que creía haber dejado atrás hace mucho. Pero de esta vivencia también ha sacado valiosas lecciones, y ha conseguido sobreponerse. El peligro de las redes sociales es muy real, pero también lo son nuestra fuerza y valentía.
Àngela no ha perdido la sonrisa. No lo hagáis vosotros.