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Sinopsis
El deporte tiene mucho que aportar al teatro para ofrecer una alternativa a lo intelectual como único camino. El teatro ha de ser físico para no naufragar en las lagunas de la intelectualidad. El deporte pone en alerta al cuerpo y obliga a tomar decisiones a tiempo real. El actor tiene que hacer eso justamente. En el deporte se entrena la multitarea; ¿qué es un actor sino alguien que debe estar entrenado para la multitarea? ¿Cuántas veces encontramos actores incapaces de decir un texto y realizar una acción a la vez? Quizás se preguntarán por qué el tenis y no otro deporte. Por el afuera. Por la pelota y por la raqueta. Texto y personaje. Tenis y teatro, hermanos en la modificación sistemática a través del otro. El deporte abre la escucha: ¿qué es el teatro sino escuchar?