Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Los terremotos, inundaciones, tsunamis, huracanes, volcanes provienen de las mismas fuerzas que dan vida a nuestro planeta. Los terremotos nos dan manantiales naturales; los volcanes producen suelos fértiles. Solo cuando estas fuerzas exceden nuestra capacidad de resistirlas se convierten en desastres. Juntas han moldeado nuestras ciudades y su arquitectura; han aupado líderes y derrocado Gobiernos; han influído en la forma en que pensamos, sentimos, luchamos, nos unimos o rezamos. La historia de los desastres naturales es nuestra propia historia. Jones ofrece una mirada vigorizante a algunos de los desastres naturales más importantes del mundo, cuyas reverberaciones seguimos sintiendo hoy: desde la erupción volcánica en Pompeya en el siglo I d. C., hasta las inundaciones de California de 1862, el tsunami del océano Índico de 2004 o los huracanes estadounidenses de 2017. Con el crecimiento de la población en regiones peligrosas y el aumento de las temperaturas en todo el mundo, los impactos de los desastres naturales son mayores que nunca. Los peligros naturales son inevitables, pero las catástrofes humanas no lo son.