Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
«Yo te miraré con tus ojos y tú me mirarás con los míos. Deja de comer mierda. Aprende a vivir, enano. Te enseñaré cosas sencillas que tardarás años en comprender.»
Sinopsis
Esta es la historia de una terapia. El paciente, Carlo Padial, tan preocupado por el dobladillo de sus pantalones como por la expansión del universo, figura clave del humor y la literatura más exigente y desternillante. El psicoanalista, Doctor Portuondo, un cubano exiliado en Barcelona que grita a sus pacientes, jura en nombre de Freud y bebe whisky Johnnie Walker. «La persona más fascinante que he conocido en mi vida», según el autor. De un encuentro así, solo podría surgir un libro enorme, divertido y profundísimo, entre Philip Roth y Woody Allen, que acaba siendo, por la vía de la catarsis de la risa y de la emoción sin diques, terapéutico también para los lectores, en momentos en que muchos parecemos necesitar terapia.