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Sinopsis
El cerebro es la estructura más compleja del universo, y los neurólo gos deben descifrar diagnósticos que cambian la vida a partir de pequeñas pistas. Por eso, ser neurólogo es como ser detective: si interpretas mal las señales, te equivocas en el diagnóstico, afirma la autora de este extraordinario libro que muestra la capacidad deductiva del neurólogo frente a uno de los órganos más difíciles de explorar.
Analizando las extrañas historias de pacientes que pusieron a prueba sus conocimientos (un hombre que veía personajes de dibujos animados corriendo por la habitación, una bailarina que se caía constantemente, una chica que siempre salía corriendo...), Suzanne OSullivan deja claro que la clave en su trabajo como neuróloga es interpretar correctamente lo que el paciente le cuenta, más aún si se trata de lesiones cerebrales, en las que el alcance y los efectos de la enfermedad se manifiestan de infinitas maneras.