Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
El 31 de diciembre de 2017 todos los medios abrieron con la detención de José Enrique Abuín, presunto asesino de Diana Quer, la joven de 18 años desaparecida en A Pobra de Caramiñal en el verano de 2016. Durante los siguientes días, todos los medios, desde los periódicos hasta las webs y, sobre todo, las televisiones, dedicaron gran parte de su espacio a este suceso. Poco después se produjo la desaparición del niño Gabriel Cruz en Almería, y de nuevo, durante doce días, no hubo otra noticia.
Este ensayo indaga en el tratamiento mediático de este tipo crímenes, trazando una línea que va de la desaparición de Marta del Castillo en 2009, pasando por los niños de José Bretón en 2011 y por Diana Quer en 2016, hasta llegar a Gabriel Cruz en 2018. Casi diez años en los que también el periodismo ha sufrido una notable transformación con la crisis económica, los cambios tecnológicos y el uso masivo de las redes sociales y los teléfonos móviles, que permiten una circulación de un tipo de noticias que no era posible en décadas anteriores.
Las consecuencias de la hipermediatización de estos casos reproducen una radiografía de nuestra sociedad actual: una autoridad cada vez más en entredicho de los medios de comunicación en su lucha por conseguir más visitas en sus páginas webs, una degradación del debate público, partidos conservadores que han endurecido sus políticas penitenciarias mediante el discurso del populismo punitivo y una reactivación de los mecanismos del miedo en las mujeres.
De estos temas trata este libro, que a su vez es un homenaje a las víctimas, las grandes olvidadas de los sucesos.