Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Aunque pueda parecer lo contrario, El mundo es un gato jugando con Australia es un truco de escapismo; de escapismo de uno mismo.
Siempre he creído que hay personas que son «hogar», personas que te hacen sentir como en casa, protegido y con ganas de echar raíces o la llave por dentro. En este libro cuento lo que pocos te dicen: qué ocurre después de las perdices y de los finales felices cuando de verdad finalizan y se echa el telón.
Bienvenidos a mi cuaderno de bitácora, a mi galería de muchitantos fracasos y dos triunfos, a mi trayecto por corazones intransitables, puertos de pestaña y de palabras con demasiado acantilado mal señalizado.
Bienvenido/a a mi mundo.