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Sinopsis
Si en Por qué el mundo no existe el objeto de estudio fue la realidad y el análisis de la metafísica; y en Yo no soy mi cerebro lo fue el cerebro y la mente y su estudio por parte de la psicología y la neurociencia; en esta tercera parte Gabriel centra su atención el contenido del pensamiento, su funcionamiento y las implicaciones que ello tiene para la ética y la política. Gabriel considera que el pensamiento es otro sentido más y como tal está atado a sus condiciones biológicas y a su sustrato animal. Bajo este prisma analiza la lucha del conocimiento frente a la propaganda populista o las fake news; la revolución digital y el futuro de la Inteligencia Artificial y otros muchos retos del pensamiento humano en nuestros días.