La histórica ciudad de León nació como campamento militar romano allá por el año 29 a. de C. Tanto su provincia como la capital se encuentran entre los enclaves más solicitados por las infinitas posibilidades que ofrecen. En León veremos la imponente estampa de su Catedral cuya pureza en las formas nos traslada al primigenio gótico francés. La colegiata de SAn Isidoro se fundó en el siglo X y luce un retablo mayor gótico que es una maravilla; este templo guarda el Panteón Real, una sola cubierta por los mejores frescos románicos de la Península. La tercera de las joyas leonesas, junto a numerosos edificios y palacios ( el de los Botines, Los Guzmanes....) no es otra que el Hospital y Convento de San Marcos, todo un capricho del plateresco del siglo XVI, que emborracha los sentidos, y del que podemos disfrutar puesto que acoge actualmente uno de los mejores Paradores de Turismo de la red. Completar la visita a León nos llevará a la Plaza Mayor, con el antiguo Ayuntamiento y a visitar algunos de sus interesantes museos. El colofón lo pondrá un buen botillo o un contundente cocido maragato, que constituyen, regados por los vinos de la zona, las señas de indentidad de su particular cocina.