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Sinopsis
Tras la destitución en 1573 del Duque de Alba como gobernador de unos Países Bajos en los que la rebelión se había consolidado en Holanda y las islas zelandeas, y la posterior muerte de Luis de Requesens, el poder real se hundió en Flandes hasta casi desaparecer. Mientras el nuevo gobernador don Juan de Austria tardaba medio año en incorporarse a su puesto, los soldados españoles eran declarados fuera de la ley y la rebelión se extendía por todos los Países Bajos. Tras unos primeros monentos de apaciguamiento, Don Juan se vió obligado a llamar de vuelta a los temibles tercios españoles de infantería... Con un ejército reunido a duras penas, decidió enfrentarse a los rebeldes el último día de enero de 1578 y consiguió una victoria total en Gembloux. A parte de consagrar la última victoria importante de don Juan de Austria, Gembloux supuso la entrada en escena del que problablemente fuera el mejor general de su tiempo, Alejandro de Farnesio, que en el futuro daría nuevos y brillantes laureles a las banderas españolas.