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Sinopsis
Isla mediterránea cargada de historia y viejas piedras que va a ofrecer dos caras según se recorra desde el mar, con sus grandes playas y pequeñas calas que permitirán disfrutar de unas aguas muy claras, tranquilas y serenas, o se haga por su interior, donde se descubrirán paisajes montañosos donde crecen olivos, alcornoques, encinas y monte bajo que la genista viste de amarillo en primavera y entre el que surgen de vez en cuando los recuerdos de su particular cultura nurágica con sus "nuraghe" y los dejados por los españoles durante su estancia en la isla y muy especialmente en la ciudad de Alghero. Y sus habitantes, que si siempre se han caracterizado por su indómita independencia, ocasionada en numerosas ocasiones por el aislamiento de la isla, son también un pueblo hospitalario y amable, que atiende al viajero sin considerarte un turista, sino una persona más que está en su isla de visita.