Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Historia colonial de Marruecos explora la historia marroquí en el período comprendido desde 1894, año de la muerte del sultán Muley Hassan, a 1961, fecha del fallecimiento del rey Muhammad V. Se trata del período en el cual el colonialismo franco-español desestabilizó y estabilizó el país jerifiano a su criterio según sus intereses de la diplomacia y los movimientos de poder internacionales. El dispositivo colonial aplicado a Marruecos, basado en las ideas de "gobierno indirecto", se acogía a las intrigas directas en el palacio real y sobre todo a la penetración en el campo económico, el más sensible para la modernización de Marruecos. Gonzáles Alcantud elude llevar a cabo un relato lineal, sujeto solo a la cronología de los acontecimientos. Explora aspectos de la historia colonial marroquí en apariencia secundarios que le sirven para iluminar otros problemas generales como el caso del Rogui Bu Hamara, "sultán" de Zeluán, el exilio europeo del sultán Muley Hafid, el entierro en Rabat del Residente General Hubert Lyautey, la omnipresencia alemana desde el inicio de la colonización hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, las depuraciones políticas en el segundo mandato de Muhammad V, la llegada de la francofonía tras la independencia de 1956, etc. En el fondo de todo ello otorga gran importancia a las tensiones entre las potencias occidentales, y a la estabilización del Estado marroquí siguiendo la hábil política del "divide y vencerás", encarnada en la fomentada oposición entre país majzén (del poder sultanesco) y país siba (del sistema tribal bereber). Esta obra viene a llenar un vacío en el panorama historiográfico en lengua castellana por la presentación de Marruecos como un conjunto cuyas partes no se pueden disociar por razones de influencia política de las potencias en liza (España y Francia, pincipalmente).