Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
La institución militar y su actividad durante el siglo XVIII, siempre al servicio de una política real de por sí muy «militarizada», no desvalorizan sino que confirman la apreciación generalizada y admitida que lo considera el «Siglo de la Razón», el «Siglo de las Luces». Al igual que otras, ambas están formuladas, regidas y organizadas bajo criterios «racionalizadores» a fin de obtener los mejores resultados, abaratando costos e incrementando rendimientos. España se ve dominada en lo militar durante esta centuria por la fiebre del reformismo, de la modernización y del progreso como un aspecto más de ese ideal racionalista característico que, aplicado a la política, conocemos como Despotismo Ilustrado, a las artes como Neoclasicismo y al pensamiento carolino como Ilustración «Gobierno patriótico, e ilustrado» porque ya se puede hablar de patria, con referencia a los intereses colectivos independientes de los dinástico-patrimoniales.