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Sinopsis
Literalmente me hervía la sangre, sobre todo con los guarros, y desde entonces cacé con una intensidad desmesurada, casi vehementemente, y lo digo sin exagerar un ápice. Para bien o para mal, casi puedo decir que la caza ha condicionado mi vida. He disfrutado cazando como nunca pensé que pudiera llegar a hacerlo, y como jamás pensé que se pudiera disfrutar con ninguna otra cosa, ni de ninguna otra forma hasta que comencé a cazar con mi hija.
Cazando con mi hija he descubierto la verdadera dimensión de la caza, algo que siempre había de alguna manera vislumbrado, pero que no acababa de definir claramente, y es que la caza excede del ámbito de la satisfacción personal para erigirse en una especie de filosofía de la vida, y que ésta, que es la esencia misma de la caza, es la que se transmite de padres a hijos.
Pero eso no quiere decir que no siga cazando solo o que no disfrute haciéndolo. Disfruto cazando yo y disfruto cazando con mi hija, porque en la práctica no hallo diferencias entre una y otra situación. Cazo, y punto.
Último libro de Pepe Murillo que, como cualquiera de los anteriores, rezuma sentimiento y destila pasión, por la vida, por el campo, y por la caza. Un relato dinámico, directo e intenso. Una sucesión de historias de caza que atraparán al lector y que le obligarán a leer sin tregua, culminando un lance tras otro, desde el principio hasta el final.