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Sinopsis
«Más de un siglo después de la publicación de Madame Bovary y Ana Karenina, Essbaum demuestra en su primera novela que aún queda mucho terreno que cubrir sobre el tópico de la buena esposa.»
Publishers Weekly
Bien mirado, Anna es una buena esposa: cuida de su marido y de sus hijos en un barrio residencial de Zúrich, se encarga de la casa y de la compra y no toma ninguna decisión importante sin que toda la familia la apruebe. También es cierto que dejó Estados Unidos hace nueve años y aún no domina esa nueva lengua que todos hablan a su alrededor.
Anna no tiene palabras para contar su tedio, pero tiene un cuerpo que se abre a quien lo quiera. El sexo en hoteles apartados o en los apartamentos de sus amantes ocasionales es el bálsamo que la consuela. Son mañanas y tardes de pocas palabras y gestos convulsos, llamadas desesperadas de madrugada para buscar consuelo donde no lo hay, y un cansancio infinito. Luego, cuando todo acaba, Anna vuelve a ponerse las medias y la sonrisa que corresponden a una buena esposa, y camina resignada hacia el hogar.
¿Cuánto va a durar la farsa?
Habrá que leer esta espléndida novela para saber más, pero vaya por delante que las mujeres que se aburren son peligrosas e incluso pueden cuestionar la dichosa puntualidad de los trenes suizos...