Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Hochschild y sus investigadores asociados entrevistaron a cincuenta parejas y observaron una docena de hogares a lo largo de las décadas de 1970 y 1980, para explorar la brecha de ocio entre hombres y mujeres. La investigación demostró que las mujeres aún se hacen cargo de la mayoría de las responsabilidades del hogar y del cuidado de los niños a pesar de su ingreso en la fuerza laboral. Esta «doble jornada» afectaba a las parejas, provocando sentimientos de culpa, tensión marital, falta de interés sexual y sueño.
Por otro lado, Hochschild difundió las historias de algunos hombres que compartieron por igual la carga del trabajo doméstico y el cuidado de los niños con sus esposas, demostrando que si bien es poco común, es una realidad para algunas parejas. La investigación presentaba además una clara división entre las preferencias ideológicas de los géneros y las clases sociales. Sumando el tiempo en el trabajo remunerado, el cuidado de los niños y las tareas del hogar, descubrió que las madres trabajadoras dedican un mes de trabajo al año más que sus cónyuges.