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Sinopsis
Cuando pensamos en la evaluación escolar, es decir, en la evaluación del aprendizaje, el interés estriba en medir, de alguna forma, si se poseen los conocimientos esperados según los objetivos propuestos por el profesor, por la institución, por el curso o por el nivel a que se refiera. A priori, evaluar y ser evaluado no tendría que ser algo negativo, ya que forma parte del proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, muchas veces es sinónimo de penalización y acarrea sufrimientos, tensiones y angustias a todos los involucrados, en especial, a los estudiantes. Pero, si como profesores entendemos para qué y cómo evaluamos, qué implicaciones tienen ciertos instrumentos de evaluación y qué información aportan, podremos determinar el mejor modo para evaluar y el procedimiento más idóneo, ya que existen diferentes tipos de evaluación a nuestra disposición. Y si el alumno tiene claro cómo ha sido su desempeño, en qué aspectos debe mejorar o en qué aspectos ha tenido éxito, puede asumir una actitud más comprometida con su propio aprendizaje. Teniendo en cuenta la necesidad de que discutamos y pensemos sobre el papel de la evaluación, en este libro tratamos de aclarar el concepto y el significado que puede adquirir el término evaluar y nos centrarnos en la evaluación en lengua extranjera. Esperamos que, a lo largo de nuestras consideraciones sobre el tema logremos aportar algunas ideas que contribuyan para profundizar la reflexión de los profesores de idiomas sobre la importancia de la evaluación, en concreto, de sus fines e implicaciones para la enseñanza y el aprendizaje.