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Sinopsis
¿Todos debemos hacer teatro para averiguar quiénes somos y descubrir quiénes podemos llegar a ser.? (Boal, 2006). En La Estética del oprimido (2006), revisada y actualizada por el autor poco antes de su muerte en 2009, Boal fundamenta los principios de su célebre e influyente método ?el Teatro del Oprimido? en una estética viva, que descubre en cada ciudadano a un artista y le exhorta a manifestar esa capacidad para rebelarse contra el lenguaje impuesto por los mecanismos del poder. «El ciudadano que desarrolla dentro de él al artista que es, aun sin saberlo, puede enfrentarse mejor a las industrias de la palabra, del sonido y de la imagen. El ciudadano que se deja ritualizar en la obediencia se vuelve un ventrílocuo del pensamiento ajeno y un mimo de sus gestos.» Augusto Boal