Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
De muy pocos países se puede decir que la economía está al servicio de toda la sociedad y no de una minoría. España no forma parte de ellos. Tras unas décadas de espejismo, en la España que emerge de la crisis, para que los menos ganen mucho dinero sigue siendo necesario que los salarios de los más sean bajos y que los servicios públicos sean frágiles. No se trata de una fatalidad, sino de una opción. España tiene uno de los índices de natalidad más bajos del mundo y una de las proporciones de titulados universitarios más alta del mundo. España tiene acceso al mejor mercado del mundo y ha sido favorecida con una enorme inversión extranjera y con unos extraordinarios atractivos turísticos. Con estos datos, los trabajadores deberían escasear y ser, por tanto, caros. Que España vuelva a ser un país de salarios bajos es todo menos natural. Se ha llegado a ello porque las políticas económicas decididas por todo tipo de gobiernos han ido en esa dirección. Este libro está construido sobre la convicción de que, aunque no seamos má que un país mediocre, convertirnosen un país de primera está exclusivamente en nuestras manos.