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Sinopsis
Elba, la protagonista de este libro, es en sí misma un misterio; la evocación de su vida, de su infancia, de su familia y del que fue su amor platónico, nos lo irá velando y desvelando poco a poco.
«Y es que hay hombres que son como paisajes que no se cansa uno de admirar. Hay en ellos praderas y campos de trigo, miles de cambios de luz. Y nubes, grutas y cascadas. Todo eso en una solo cuerpo, en una mirada.»
Los ojos azules, casi transparentes, de Rita, la madre, y su costumbre de segar la hierba del jardín con un vestido rojo muy ceñido y zapatos de tacón. Ojos como la tierra, recios, los de su padre Horacio, que llena el mundo con su sonrisa lenta y franca. Y la mirada inquietante de Elba, una niña que al principio vive con su familia en un pequeño pueblo alemán y luego en una oscura ciudad española.
Solo los fines de semana y los veranos los ojos de Elba se llenan del verde del campo. Allí cada año aparece Jan, el chico de iris color avellana, siempre rodeado de libros y de cajas de pintura. Y un buen día, de pronto, nace algo hondo, que une estas seis piezas en una sola historia donde las miradas de Elba y Jan se persiguen y sus cuerpos casi se tocan en los recodos de un río, en los pasillos de un hospital, a las puertas de un campamento militar o en las calles de Roma.
Sueños, quizá imposturas, hilos delgados que recorren La mirada de los Mahuad y seducen al lector con las armas de la buena literatura.