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Sinopsis
Agustín Pascual Pino es un jubilado asturiano, miembro de la Asociación de Pensionistas de Gijón (APG).
A su edad, aún tiene ánimo para recorrer caminos de Santiago, y llevar a cabo proyectos añorados durante muchos años. Como esta caminata de 200 km por las tierras portuguesas fronterizas a Salamanca y Zamora.
En julio de 2018 cargó a sus espaldas una de las mochilas con que había recorrido rutas jacobeas, se dirigió a Fuentes de Oñoro (Salamanca) y, desde allí, avanzó hasta las calles portuguesas de Vilar Formoso. Sólamente las antiguas instalaciones fronterizas le hicieron saber que estaba entrando en otro país. Las calles eran continuación de las salmantinas y las gentes sólo se diferenciaban en la lengua. Una lengua, el portugués, muy comprensible para cualquier castellanohablante (o galegofalante, o catalanoparlante, ...).
Y en portullano, castellés ó portuñol, fue hablando con los habitantes de aquellos pueblos, caminando siempre hacia el norte, siempre junto a la frontera, la raya, hasta llegar a Bemposta y, atravesando el Douro/Duero por el barragem (presa) que lo contiene, regresar a España por la zamorana Fermoselle.
En este libro nos narra sus dificultades (siempre físicas: el cansancio, las pérdidas de camino y el calor) y los buenos momentos (proporcionados siempre por las conversaciones con raianos y raianas).