Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
A partir de historias vividas, Inma Puig muestra cómo aprender a gestionar las propias emociones y a entender las de los demás en el entorno personal y empresarial nos permite descubrir otra realidad. Esta «evolución emocional» al alcance de todos abrirá sin duda las puertas a un mundo mejor.
Nos hallamos inmersos en una revolución en la que los cambios tecnológicos se suceden a un ritmo vertiginoso, en la vida diaria y en campos como la inteligencia artificial o la genética que incluso permitirán alargar la vida. Sin embargo, en una sociedad en la que hemos perdido la privacidad y todos somos cada vez más anónimos, ¿cómo afectarán estos avances tan deslumbrantes a nuestras emociones? ¿De qué nos sirve incrementar la longevidad, por ejemplo, si el resultado es una vida sin sentimientos?
No hay más que mirar a nuestro alrededor para constatar que las emociones se han obviado en las empresas y en las relaciones personales. Por ello es urgente emprender una nueva revolución sin la cual las anteriores no habrían tenido sentido: Una «revolución emocional» al alcance de todos, personas y empresas, y que permitirá respetar, compartir y considerar los sentimientos propios y ajenos. Porque la realidad nos muestra que solo nos emociona lo que es auténtico, que solo recordamos lo que nos emociona, que solo aprendemos de aquello que nos emociona y que la vida solo vale la pena ser vivida con pasión. Además, la práctica demuestra que lo que no se hace con sentimiento se muere por el camino.
Y basta con imaginar qué pasaría si tuviéramos en cuenta qué es lo que sienten y cómo se sienten quienes nos rodean. Evidentemente, sería un mundo mucho mejor.