Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
El primer robo de guante blanco históricamente documentado se convierte, a manos de Dirk Husemann, en una emocionante novela repleta de aventuras.
Bizancio, año 552 de nuestra era.
Dos espías romanos disfrazados de monjes persas, Taurus y Olympiodorus, viajan a China con la intención de robar su secreto más preciado: la manera de producir la seda. El comercio de tan delicado y preciado material es una de las mayores fuentes de ingresos para el Imperio romano, pero desde que el emperador Justiniano inició la guerra con Persia, las rutas han quedado bloqueadas.
Los dos espías consiguen robar unos gusanos y huyen por la ruta de la Seda, la ruta comercial más larga del mundo y fuente de ingresos para muchos comerciantes que, cuando descubren el robo, ven peligrar su monopolio. Pronto, grandes recompensas se ofrecen por la captura de los bandidos. Pero el peor enemigo para los dos ladrones no son aquellos que les persiguen, sino el tiempo. Si las preciosas mariposas salen de sus capullos mientras están de viaje, morirán. Y si los ladrones vuelven a Bizancio con las manos vacías, sus cabezas no tendrán ningún precio.