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Sinopsis
Las margaritas no tienen la culpa reúne los trescientos mejores aforismos de Teresa Mateo. Todo un mundo personal concentrado en divertidas cápsulas literarias. El deslumbramiento de lo cotidiano en sus diferentes dimensiones.
Diminutas cajas de música, hechas a mano con precisión japonesa, imposibles de parar. Las melodías son sencillas, apenas unas notas a modo de contraseña que abren puertas imposibles de cerrar. Al otro lado de ellas está la vida, tal como la soñamos, como un campo abierto al juego donde todo fuese siempre capaz de recomenzar. El filtro de Instagram de la eterna juventud, la cuerda que no acaba, el pequeño ventanuco abierto a un paisaje interior inagotable, imposible de cerrar. Porque alguien va a morir, pero no muere nunca, y ahí sigue jugando, incluso bailando la melodía de trescientas minúsculas cajas de música, imposibles de parar. Bombones. Con el aroma exacto a vainilla, a café con leche y a goma de borrar. Con una larva en el centro, dulce pero viva, pronto sabremos de qué insecto, dale cuerda a eso, que lo vamos a averiguar. Aforismos. Preciosos epitafios sobre lápidas de caramelo, a punto de romperse a puñetazos, desde dentro. Algo va a romperse, desde luego, pero por qué no se rompe, por qué siguen girando, por qué siguen sonando esas cajas, pequeñas cajas de música, puertas abiertas al juego, imposibles de parar.