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Sinopsis
A los poetas o futuros poetas, pero también a los lectores cómplices invocados en el título, se dirige Javier Lostalé en este hermoso breviario que aborda el proceso de la creación con palabras íntimas y emocionadas, buscando reflejar «el amanecer interior al que nos conduce la auténtica poesía». La necesidad rilkeana, la búsqueda de una voz propia y la conciencia de su destino son requisitos indisociables de la condición de poeta, pero sin la «confluencia silenciosa» entre autor y lector el poema no adquiere todo su sentido. Lostalé trata de las etapas de la escritura, de los distintos ámbitos que confluyen en el acto creador, de los astros ?Shelley, Eliot, Valéry, JRJ? que nos transmiten luz y energía, de otros poetas contemporáneos capaces de conmover el ánimo desde sus singularidades respectivas, de los añorados maestros Aleixandre y Pérez Estrada. Escrito en una prosa cálida y amigable, de clara expresión y abundantes destellos líricos, el libro contiene una radiografía de la lectura, donde Lostalé define y celebra sus muchas cualidades, y se cierra con una confesión ?«Escribo porque me salva...»? en forma de personalísima poética.
«Quien lee ama, porque aunque esté solo no hay nada que desde su silencio o ausencia deje de responderle hasta cobrar una presencia que acompaña como el amor. Porque sentimos al llegar a una determinada página una fiebre inexplicable, como inexplicable es la naturaleza del amor. Quien lee ama, pues al crear dentro de sí una realidad antes desconocida entra, sin saberlo, en el misterio del amor. Y al no temer, mientras lee, las aventuras arriesgadas, se embarca en la maravilla de lo desconocido, como le sucede al amante. Quien lee amó, y con palabras por otro ser escritas, consagra lo amado».