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Sinopsis
Nacido para reinar sobre el mayor Imperio marítimo de la Historia, el Británico, Eduardo VIII sólo estuvo 325 días en el trono de sus antepasados. Lleno de glamour y sofisticación, indiferente a la traición y con claros sentimientos germanófilos, el primogénito de Jorge V unió su destino a una divorciada estadounidense señalada por su vidrioso pasado durante el tiempo que pasó en China.
Con gran simpatía hacia el movimiento nacionalsocialista alemán, Eduardo dejó su lugar al hermano siguiente en la línea sucesoria padre de la actual Isabel II, por una mujer compleja y evasiva, una de las más criticadas, vigiladas, compadecidas y envidiadas del siglo XX, que invariablemente utilizaba un tono de dominatriz al dirigirse al duque de Windsor.
Eduardo VIII protagonizó una abdicación capaz de remover los cimientos de la institución monárquica británica, todo tapado por una aureola romántica, siendo alguien con avanzadas ideas sociales e insólita inclinación republicana. Aparentemente dejó el trono a su hermano Bertie por Wallis Simpson, una mujer anoréxica, caprichosa y dilapidadora.
La vida de los duques de Windsor, una pareja controvertida de hecho en exquisitos maniquíes de museo para la gran sociedad, a ambos lados del Atlántico, es lo más parecido a una novela de rencores, misterios, excentricidades, odios y amores que llamaron mucho la atención del mundo civilizado durante casi cuatro décadas.