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Sinopsis
Todavía hoy cuando han pasado más de cuatrocientos años de la efeméride, resulta difícil acercarse a aquellos sucesos sin verse condicionado por ciertas imágenes y estereotipos que ha dejado el conocido encuentro. Los ecos de la Armada siguen muy presentes en el inconsciente colectivo y se imponen sobre la propia realidad de los hechos, aunque conozcamos muchos más detalles sobre los barcos, las tropas, las estrategias y las tácticas de los distintos intervinientes en el conflicto. La Jornada de Inglaterra, la Empresa, la Gran Armada o la Felicísima Armada, debido a sus esperanzadores preparativos, nombres todos ellos utilizados por los cronistas e historiadores españoles del momento, representó un serio, aunque no decisivo, revés para España. Sin embargo, las consecuencias políticas y psicológicas del fracaso resultaron de incalculable importancia. La estela de la Armada Invencible, como fue bautizada irónicamente desde Inglaterra, o simplemente The Armada ha pasado a engrosar la lista de las efemérides navales españolas más significativas, al igual que Lepanto o Trafalgar. El enorme rédito que la Inglaterra isabelina sacó en el terreno pro pa - gandístico del desastre de la flota española sirvió para enaltecer el sentimiento nacional inglés, mientras algunas de las figuras participantes en los sucesos, como Francis Drake o Howard, entre otros, eran aclamadas como héroes de la nación. Este estudio, como indica su título, no se centra exclusivamente en la Gran Armada pero pretende ayudar a remover las conciencias de aquellos que tienen ya una idea preconcebida de esta historia. Seguramente harán falta muchas más publicaciones y quizá nuevas aportaciones documentales para que la historia venza a la leyenda. El libro que el lector tiene en sus manos tiene por objeto abordar las relaciones anglo-españolas entre 1585 y 1660, teniendo en cuenta el especial momento de tensiones y conflictos que atravesaron, y en el que los sucesos de la Armada alcanzaron un punto culminante entre dos países que habían conocido tradicionalmente alianzas matrimoniales y cuyas rivalidades, hasta mediados del siglo xvi no habían sido lo suficientemente importantes como para derivar en enfrentamientos armados.