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Sinopsis
De factura clásica, enraizada en la tradición, y a la vez caracterizada por una entonación personalísima, propia de un autor excepcionalmente dotado para la música, la poesía de José Mateos cultiva con maestría el llamado arte menor, en poemas a menudo breves que huyen de la grandilocuencia y encierran en su aparente sencillez verdades profundas, o bien se sirve del endecasílabo para renovar el vuelo de la gran lírica meditativa. Las razones del corazón, el paisaje reducido a su esencia más despojada o la celebración del Misterio son asuntos recurrentes de unos poemas en los que el autor elude el primer plano para tratar de las manifestaciones de lo sagrado, abordadas desde la perplejidad o desde la gratitud ante el hecho radiante e incontestable de la vida. En palabras de Vicente Gallego, autor del hermoso prólogo que abre la recopilación: La poesía de Mateos está llena de preguntas que no quieren verse respondidas, de exclamaciones cuyo eco nos lleva hacia una certidumbre de nada, pero qué fragante, qué hiriente de agujas benefactoras. Porque la carne está ahí sólo para abrirnos a la inmensidad de ese espíritu que sopla donde quiere y en todo se derrama.