Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
¿Dónde se imprimió el primer 'Corán' en árabe? ¿Y el primer 'Talmud'? ¿Y los primeros libros en griego o en cirílico? ¿Dónde se vendieron los primeros libros de bolsillo y los primeros best seller? La respuesta es siempre la misma: en Venecia. Venecia era una multinacional del libro, con las más grandes industrias tipográficas del momento, que permitían imprimir, en casi cualquier lengua, la mitad de los libros publicados en toda Europa. Aldo Manuzio es el genio que se inventa la figura del editor moderno. Se embarca en un proyecto a largo plazo: publicar los clásicos mayores en griego y en latín, pero emplea el italiano para imprimir los libros con mayor difusión. Inventa un nuevo estilo tipográfico, la cursiva. Toma la puntuación del griego y la aplica en la lengua vulgar.