Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
¿Quién fue Luz del Fuego? ¿Quién fue la mujer que desafió así al mundo
y en 1952, en pleno Gran Baile de Gala del Carnaval de Río, sacó dos pistolones y al grito de «¡No soy la novia de Brasil! ¡Yo soy la Novia Pistolera!» disparó todas sus balas contra el techo? ¿Por qué la asesinaron en 1967 en su paradisíaca Isla del Sol y arrojaron al mar su cuerpo relleno de piedras?
Esta es la historia de una leyenda que existió en carne y hueso. Dora Vivacqua dio su vida por encarnar el mito de Luz del Fuego: guerrera sin antifaz y vengadora sin máscara, heroína o villana, amada u odiada por todo el Brasil. Escribió novelas malditas, fundó partidos políticos e islas utópicas. Bailó con serpientes y jugó con fuego para hipnotizar a un país entero: una Lilith moderna y radicalmente libre, una mujer de acción cuyas ideas brillan hoy con más luz que nunca.
Entre la quest detectivesca y la evocación novelada, la realidad y los recuerdos, Javier Montes modula géneros y voces para seguir con vibrante ritmo narrativo las huellas misteriosas de un personaje fascinante. Retoma los hilos de su anterior Varados en Río y arma como telón de fondo un gran fresco de época: ese Brasil moderno ya desvanecido y que quizá nunca existió del todo.