Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
ack MacDonald, el narrador de «Mal dadas», es un joven granjero arruinado que pierde sus tierras al no poder pagar los impuestos. Entonces acepta trabajar para Smut Milligan, un antiguo compañero de colegio que tiene una gasolinera con tienda a las afueras de un pueblo cercano a la frontera entre Carolina del Norte y Carolina del Sur, donde vende alcohol y se juegan partidas de póquer y blackjack con apuestas altas. Al poco tiempo, Smut convierte el negocio, pequeño pero rentable, en un ambicioso salón de carretera con pista de baile, restaurante, cuarto de juego y cabañas que alquila por horas. En ese escenario la codicia va impulsando la acción de la novela, que desembocará en un desenlace inevitable. Aunque el salón de carretera y sus servicios secundarios tienen éxito entre los trabajadores de las fábricas y entre la gente bien con poco interés por cumplir la ley, las deudas que Smut debe liquidar para seguir adelante con el negocio conducirán a un asesinato brutal de consecuencias inexorables.