Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Con un relato exquisito, tal y como Carmen nos tiene acostumbrados y con unas divertidas ilustraciones de la mano de Marta Mayo. "Me aburro como un burro", sin duda, una encantadora historia.
Sinopsis
Cuando Bruno no tenía inglés, ballet, violín ni yudo, se aburría, se aburría mucho. Y el tiempo se estiraba como un chicle de fresa. Entonces se dedicaba a perseguir a papá y a mamá por la casa repitiendo sin parar: "Me aburro como un burro". Menos mal que en una visita a su abuelo, Bruno descubrió un maravilloso secreto contra el aburrimiento. ¿Quieres conocerlo tú? "Me aburro como un burro", es la cantinela que Carmen Gil repetía de pequeña junto a sus amigos de infancia.