Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Los griegos de la antigüedad se explicaban el sentido de las cosas por medio de una serie de fascinantes leyendas que conocemos con el nombre de mitología. Aquellas viejas historias, que narraban grandes pordigios con un poderoso aliento poético, hablaban de dioses todopoderosos, héroes de corazón valiente y personas que se veían abocadas a la desgracia por culpa de las debilidades de su carácter. Este libro es una buena muestra del extenso repertorio de la mitología griega. Sus páginas nos explican, entre otras muchas cosas, qué pasó con la caja de Pandora y con el caballo de Troya, por qué el rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba, quiénes fueron Prometeo y el Minotauro, qué le sucedió a Orfeo cuando bajó a los inviernos y por qué el joven Ícaro se empeñó en volar como los pájaros con unas frágiles alas de caña y cera. El conjunto es, en fin, tan variado e intenso que resulta muy fácil comprender por qué los mitos han pervivido durante treinta siglos: porque, hoy como ayer, cumplen a la perfección su propósito, que es ilustrarnos sobre los vaivenes de la vida humana por medio de la emoción y la sorpresa.