Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Malm" Rodríguez no estudia, no trabaja y no busca trabajo. Odia vivir con sus padres y dice querer ser escritor, pero tampoco escribe mucho. Tiene un par de gatos negros heredados de su tío, que acaba de morir de un infarto. Parecen dos gatos corrientes, pero el caso es que alguien está dispuesto a pagar mucho dinero por ellos.
Conocer al comprador, un coleccionista de objetos relacionados con asesinatos y atrocidades varias, instalarse en su entorno -una casa junto al bosque, un motel de carretera, un vecindario cerrado- cambiará su vida drásticamente.
Con Murderabilia, Ortiz profundiza en su particular narrativa y estilo gráfico. Personajes gamberros y variopintos, jóvenes sin rumbo y amantes de la caza se codean en esta historia que combina intriga, humor y drama, y donde no hay que fiarse de los tonos pasteles y de los animalitos amables.