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Sinopsis
Se dice que el mono bonobo es capaz de manifestar altruismo, compasión, empatía, amabilidad, paciencia y sensibilidad. Nacionalizarse bonobo resultaría la única salida digna para el hombre, que habita un mundo que Hugo Cano describe como un infierno en el que la esperanza se abandona ya desde los primeros versos. El libro comienza con un hombre tirando de la anilla de una granada en una sucursal bancaria. Y esa explosión suicida con la que el poeta dinamita cualquier esperanza para nuestra especie y nuestra sociedad sigue resonando en cada una de las páginas del libro.
Con un estilo y un tono que van desde el Romanticismo social y nocturno de Espronceda hasta la perversión baudelairana y la oscuridad carnal de Leopoldo María Panero, Hugo Cano nos golpea sin piedad retratando una sociedad cuya crisis económica encubre en realidad una crisis moral para la que no hay salida («Somos parásitos de las hormigas / Las hormigas trabajan / Nosotros oramos / A un gran Dios hormiga para que no nos aplaste () La gente arde / Y nadie tiene un cubo de agua») y un mundo en el que el único amor posible es la necroflilia, la búsqueda del placer negando al otro («Introduzca el pene por este agujero para obtener placer»).
Nacionalizado bonobo es el primer libro de un jovencísimo poeta que se expresa con originalidad, al margen de tendencias y modas, y que nos regala toda la fuerza de su ingenuidad perdida y añorada todavía: «Todos tenemos algún niño muerto debajo de la cama / Pero qué importa si se llama inconsciente, / Inocencia o cerebro reptiliano / Todos encogemos los hombros ante la lluvia de diamantes de carbono».