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Sinopsis
El verano es una noche de verano o no es. Verano es todas las cosas que saben y huelen a verano, pero si tengo que resumir la emoción del estío siempre será la de esa hora mágica del atardecer, la de la brisa esquiva y la primera copa antes de la cena. (..) El run run de los proyectos, las prisas y los timings para ayer se vestirán de vermut y abandono. Recordaremos tantas cosas que no parecían importantes y tomaremos las horas sin mirar atrás a la vera de una copa de vino blanco en un chiringo frente al mar y será un acierto aquel verso de Rilke ¿Qué respuesta quieres todavía? / Habrá noches de verano y días de luces radiantes / Existiremos y Dios existirá
Jesús Terrés coloca el hedonismo a la altura de un arte. Sus textos son una celebración a la vida y a la belleza escondida en las pequeñas cosas y en las pocas y grandes verdades a las que aferrarse. Una buena mesa con amigos sinceros, el amor que nos devuelve los mejor de nosotros mismos, la lucidez, la consciencia y la ternura. La esencia de lo efímero que nos hace eternos y el recuerdo constante de que aquí hemos venido a jugar. El autor de Nada importa hace en estas páginas una declaración que no admite interpretaciones y que en estos momentos cobra la fuerza de una posición valiente ante el mundo: No basta con sobrevivir, hay que vivir. Asumir el riesgo de equivocarse y no rendirse, entender la felicidad de lo aparentemente inútil y recordar que en realidad, sólo hay un viaje. Nada importa es un placer para los sentidos y una llamada a la búsqueda de la felicidad en aquello que tenemos más cerca y que solo necesita del tiempo y la disposición de aprender a mirar.