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Sinopsis
HACE ya mucho tiempo, un buen amigo que se zampaba religiosamente mis escritos me advertía que bajara el ritmo, no se me fueran a acabar las anécdotas antes de tiempo, las buenas historias. Promovía a mi amigo una buena intención. Pero ignoraba demasiado. Creía que una competición deportiva como la NBA, aún con más de seis décadas de historia a sus espaldas, encerraba un anecdotario limitado, como corriéndose el peligro de esquilmar pronto todo ese yacimiento de secretos dignos de ser contados. El temor de mi amigo tenía su razón matemática. El número de historias en la NBA es tan limitado como granos de arena en el desierto