Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Una ingeniosa reflexión sobre la producción literaria a través de la obra de Nikolái Gógol que es, a su vez, una lectura iluminadora sobre los propios procesos de escritura de Nabókov.
Sinopsis
Un genio ruso del siglo XX escribe sobre un genio ruso del siglo XIX. Nabokov aborda la figura y la obra de Gógol con perspicacia y erudición. Perfila su vida, lo sitúa en el contexto de la literatura rusa y, al abordar su producción literaria, se centra sobre todo en sus tres obras maestras: El inspector, Almas muertas y El abrigo. Su conclusión es que la superlativa literatura de Gógol se sustenta no tanto en los argumentos de sus libros como en el manejo del lenguaje y la forma. Nabokov hace una lectura iluminadora de quien para él es «el más extraño poeta en prosa que jamás produjo Rusia». Y a través del análisis de los textos de su compatriota, reflexiona sobre unos planteamientos estéticos y un modo de entender la literatura que son los que él reivindica y utiliza en su propia narrativa. El Nabokov ensayista complementa y enriquece al Nabokov novelista.