Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Narrada en forma de diario, la novela nos cuenta el día a día, los recuerdos, experiencias, percepciones, sentimientos de los dos protagonistas: Adrián, un hombre maduro con discapacidad intelectual y Jorge, un joven con una enfermedad mental crónica. Ambos personajes crecen durante la obra, se enriquecen, se cuestionan a sí mismos y, sobre todo, se reivindican ante un entorno que les impide, desde el paternalismo y la sobreprotección, desarrollarse como individuos plenos. "Eres muy raro, Jorge", me dijo sin parar de reír. Y yo le dije: "Claro, de eso se trata. Ya te lo expliqué, no veo las cosas como los demás, no me entiendo con la gente. ¿Ser raro no te parece peligroso?". Èl paró de reír y me dijo: "No, eso no, raro no es peligroso, yo también soy raro. Mamá decía "diferente", o "especial", pero eso es lo mismo que "raro". Pero yo no estoy loco y tú no eres idiota, somos raros, diferentes". "Te prometo que nunca te volveré a llamar idiota", le dije yo. "Te creo", contestó.