Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
Autor de varios libros de poesía que le han granjeado la admiración sin reservas de poetas y lectores exigentes, Antonio Moreno alcanza con Nombres del árbol la serena plenitud de las obras decisivas. Pocas veces en la poesía española última, la naturaleza, el paisaje, la luz y el tiempo detenido en un momento del día han sido un correlato objetivo tan depurado, tan cargado de resonancias, de enseñanzas y de sabiduría. Una excusa para que, apartado el sujeto lírico del foco, se nos permita ver con mejor luz nuestro propio reflejo.«La poesía de Antonio Moreno», ha dicho de él Carlos Marzal, «como la mejor poesía, nos habla en sordina, con las palabras justas, con la minilocuencia de las voces amigas, acerca de los asuntos eternos que han preocupado al hombre desde siempre: el asombro terrible y excelso de estar vivo, el amor a las cosas y a las criaturas, el disfrute del pensamiento, la devoción hacia la naturaleza, el paso de los días.» Ese poeta en el momento culminante de su carrera, con un mundo y un lenguaje enteramente maduros, es el que se encontrará el lector en Nombres del árbol, tal vez la mejor introducción a un universo poético plenamente granado.