Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Sinopsis
LA MÍTICA NOVELA DE UN ICONO DEL FEMINISMO ESTADOUNIDENSE.
Para Diana Balooka ;madre, escritora, bailarina de claqué;, el matrimonio siempre ha sido una continuación del divorcio. Ahora, con cuatro hijos, un terrier zulú como mascota y una nueva relación a la que poner fin, repasa su frenético diario sentimental: desde la granja de su abuelo en Albany, deteniéndose en París o Ciudad Juárez, hasta la desquiciada y desquiciante Nueva York de finales de los años sesenta.
Como escribió Philip Roth, gran admirador de esta ya mítica novela, «Nota de despedida es una suerte de Herzog concentrado y erotizado, la cara femenina de la locura del divorcio. A medida que cada uno de los capítulos gira y gira sobre su propio cómico y excéntrico eje, la realidad del desastre marital va desplegándose convincentemente gracias al angustiado entusiasmo de la narradora. Y tan afilado es el retrato del desconcierto sexual, tan concentradas las escenas de irónica indignación y perpleja emotividad, que uno termina pensando en la protagonista como en una fugitiva de la En la Colonia Penitenciaria de Kafka, con la sentencia de divorcio marcada en la piel».